Al final de los años ochenta, la farmacia sufrió las consecuencias de un grave incendio y Maria del Mar tuvo que partir prácticamente de cero. En el año 2007 su hijo Javier puso en funcionamiento la ampliación del local e hizo una reforma integral del mismo. De este modo pudo proporcionar a sus clientes un genuino espacio de salud creando para ellos un ambiente espacioso, cálido y moderno.
Actualmente la farmacia puede ofrecer un mejor servicio y una excelente atención personalizada. Sus integrantes saben que lo que aporta un valor añadido a la dispensación del medicamento es la formación continuada del equipo; de hecho sin esta practica no se puede dar un consejo farmacéutico de calidad.